No tiene pies ni cabeza

Visité al señor razón,
me dijo que volviera mañana,
consulté con su secretaria me dijo
que eran problemas del corazón.

Para solucionar el problema,
fui a la consulta de la señora sabiduría,
el portero me dijo que estaba en un funeral.

Fui donde estaba el corazón,
olía mal, había basura a su lado,
casi no respiraba y lo llevé a una plaza,
le pregunté qué hago?
y dijo haz lo que hiciste conmigo, sigue el tuyo,
para de dudar, supera el dolor, aprende a perdonar,
eres buena en lo que haces, sabes amar.

Debería haberme ido feliz, pero me faltaba algo,
y fui por ese algo y aquí estoy esperando, aún.

Tripas?

Mis dedos sabor membrillo
hace palpitar mis sueños lo más profundo.

Tengo una medalla
es por mis caídas
Tengo una copa en el sol y en el árbol de mi casa.

Los árboles me enloquecen
sus hojas también, solían ser sus margaritas.

Tengo problemas con la memoria,
dónde dejé el pensamiento?
lo han visto? debe estar con la razón
lo sé porque lo siento.

El que late es fuerte, al menos eso parece

Tomé el avión, me dolió el sol y su resplandor,
pero no importó
igual viajé
aún así fui

No tenía la certeza de que estaría bien
pero era su luz
mi corazón se acelera
mi vuelvo de madera
si me quedaba ciega no era lo correcto
o al menos lo que sentía.

No es prudente, no es sano
pero y?
cómo lo hacen?
de qué se valen para hacer ésto?

Solo quería quedarme relampaqueando dulces lágrimas,
eran sonrisas,
estoy preparada.

Más parches no puedo tener en el que late.