no me sorprende tu torpeza,
ni tu desvergüenza.
Pero ayer me acordé de ti,
nunca me olvidé de ti.
En volá de juegos nos confundimos,
más yo,
que cagué ,
¿y tú?
No me hablas,
no me respondes,
nunca lo hiciste,
y ahora vienes como lacra.
Hasta tratarte mal me asusta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario