pero me lo comí verde,
me lo comí mal,
sin aceite y sin sal.
Son rojos, quizás naranjas,
rosado asqueroso, repugnante falsedad,
me da asco su voz fingida aparentemente real.
El jugo y juego me perturban,
parece fácil el camino aceitoso y desfigurado,
me penetra la idea de hacerlo sin condón,
sin prevención, sin un parche o algo que me proteja
de sus encantos falsos,
no creo.
Asco,
pies en la tierra.
Desorden,
caca en tu ojo.
Choclo amarillo,
lechuga verde y mentiras negras.
Caigo, profundo,
pero puedo salir con un salto,
los tomates se vuelven agua,
y el verde me asfixia.
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