Sé que no es bueno comer de nuevo,
pero es que sus garras tienen algo llamativo.
Aún no veo la salida con claridad
y mis ojos vuelven a nublarse,
ni con jabón se va el atardecer de esos meses.
Me como los recuerdos,
pero los vomito continuamente.
Me hizo el favor de irse sin contar hasta diez,
pudo haberse quedado hasta más tarde, hubiese sido lo mismo,
sin dientes, sin gritos, sin miradas desafiantes,
sin un solo retorno y arrepentimiento.
No me hizo el favor de silenciar ésto.
Me hizo el favor de seguir en ascuas.
Pero me hice el favor de meterme el vomito por los ojos.
Guardar la resina con sabor a carbón,
no puedo pedir verdad,
pero sigo de pie,
esperando el rechazo de sus ojos apagados.
Se confundió con tanta realidad,
con tantos sueños en mis ojos,
se confundió y no pudo ver mis labios esperando gotas de miel.
Miel envenenada, miel pasada,
miel amarga, miel viborizada.
Puedo ver el agujero negro,
puedo ver como se desvanece su olor.
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